Los fetiches algunas veces tienen una mala reputación, y generalmente al escuchar la palabra se asocia con una perversión o algo desagradable, esto se debe a que la mayoría de personas solo se quedan con aquellas historias desagradables que alguna vez escucharon sobre preferencias sexuales muy extrañas que definitivamente son rechazadas por la gran mayoría.
Pero esto no es del todo cierto, los fetiches también incluyen una variedad de prácticas que no representan ningún riesgo y que solo son un gusto adicional que a las personas les gusta experimentar porque sienten cierto placer, y como siempre se dice en las conductas sexuales mientras los dos estén de acuerdo y no se haga daño a nadie, todo es perfectamente válido.
Según la ciencia y la medicina, los fetiches hacen parte de las parafilias, las parafilias son comportamientos sexuales dirigidos hacia objetos, situaciones o individuos que se salen de lo común, los fetiches específicamente se basan en objetos y acciones cabe aclarar que los juguetes sexuales no cuentan como fetiches, los fetiches se enfocan en objetos y acciones fuera de lo común.
Como ya dijimos existen algunas conductas inofensivas que no están mal si se practican de vez en cuando, pero siempre se debe ser consciente que se trata de un fetiche y por lo tanto se debe mantener bajo control, solo para obtener placer en algunas ocasiones, sin que terminen controlando la vida del individuo.
Los fetiches por inocentes que sean, si se vuelven una prioridad permanente y se convierten en la única manera de obtener placer, dejan de ser tan inofensivos y se vuelven compulsivos, aunque no representen un daño físico, si lo pueden hacer a nivel psicológico, e incluso social, como la incapacidad de relacionarse de manera normal con otras personas, o peor aún, no poder tener una pareja estable.
Cuando tomar cartas en el asunto
En conclusión no todos los fetiches son desagradables, existen algunos que incluso pueden pasar desapercibidos, pero como todo en la vida, los excesos son malos, y si se convierten en una necesidad fuera de control, no se debe dejar pasar por alto esta situación.
Existen tres situaciones en las cuales se debería buscar ayuda de manera inmediata, estas son:
Cuando los fetiches sean la única y exclusiva manera posible para que una persona pueda tener excitacion sexual o un orgasmo, es decir, que el fetiche sea su única fuente para sentir placer, y el sexo común junto con el erotismo ya no le proporcionan ese placer, en estos casos se trata de una fijación y una dependencia que deben ser atendidas.
Si los fetiches incluyen causar daño físico real, psicológico o económico a la otra persona, es cierto que existen cosas como el sado que se realizan de manera voluntaria, y antes dijimos que si los dos están de acuerdo todo se vale, pero siempre hay límites, y hacer daño real a otra persona, psicológicamente hablando no se debe pensar que está bien, en ninguna situación y en ningún entorno.
Cuando el fetiche plantea incluir personas que no lo hacen voluntaria y conscientemente, esto es un tema muy delicado y es un delito en cualquier parte del mundo.
Si tienes pensamientos de este tipo, es recomendable acudir con un especialista médico para tratarlos de manera adecuada, ya que todo lo que significa transgredir a otras personas está mal, igualmente sin una atención temprana se pueden llegar a convertir en algo que este por fuera del control del índividuo.
Como ves es un tema un poco fuerte y complejo, no todo esta mal, pero tampoco se debe tomar a la ligera porque te puede terminar dando más problemas que placer, sin embargo creemos que es un tema del cual vale la pena educar al respecto, para que tengas mayor información y sepas mejor como actuar.