Dentro de la vida sexual de las personas y de su disfrute máximo, existen complementos y accesorios que se consideran adicionales y que potencian la experiencia sexual, algunos de ellos y de los más comunes son los juguetes íntimos, la lencería provocativa o las fantasías que permiten despertar la adrenalina.
Pero existe otro grupo de elementos que van más allá y que se consideran necesarios en la vida sexual, incluso la OMS así los cataloga, hablamos de accesorias sexuales como los preservativos y los lubricantes sexuales, los primeros ayudan a prevenir la transmisión de enfermedades y los segundos permiten una calidad de vida y salud sexual adecuada.
Los lubricantes sexuales
La gran mayoría de las personas ven los lubricantes sexuales únicamente como un elemento erotico que se utiliza en aquellos momentos donde se quiere experimentar un encuentro con tintes eróticos distinto a los demás, pero esto es parcialmente cierto, aunque es verdad que potencian la experiencia y el placer sexual de una forma importante.
Pero su uso no debería verse limitado a algo que muy pocos hacen o como algo opcional, por el contrario debe verse como algo necesario en cualquier acto sexual, independientemente si es una masturbación a solas, o si es un encuentro con otra persona.
Los lubricantes tiene una función biológica necesaria, se trata de simular y recrear la lubricación vaginal que es tan importante en la sexualidad, además del placer, permite el cuidado de los órganos previniendo cortes y rozaduras, lo que por consiguiente disminuye también la transmisión de enfermedades.
Igualmente cada vez son más extendidas las prácticas sexuales como el sexo anal donde es prácticamente una necesidad, ya que está área del cuerpo no produce lubricacion natural y se necesita más que en cualquier otra parte para prevenir heridas y facilitar la penetración dando como resultado una experiencia placentera.
En los últimos años han sido también los lubricantes para sexo oral los que más han aumentado su demanda, se trata en este caso de sustancias saborizadas para aumentar el placer y no necesariamente para mejorar el acto sexual ya que la saliva cumple las veces de lubricante natural.
Diferentes tipos de lubricantes
La industria erótica, la misma que fabrica juguetes y demás elementos íntimos, ha crecido a pasos agigantados en las últimas décadas, y ha diversificado la variedad de productos, entre ellos los lubricantes sexuales.
Existen lubricantes con olores, sabores y sensación de frío o caliente, pero todos ellos se agrupan principalmente en el tipo de compuesto con el cual están creados, que puede ser agua, silicona o aceite.
Lubricantes con base en agua: Son los más recomendados por los médicos, debido a que su origen es más natural e incluyen menos compuestos extraños, además tienen menor riesgo de causar alergias debido a que no alteran el ph.
La desventaja es que los lubricantes de agua se evaporan más rápido y se debe aplicar de manera constante, tampoco se pueden usar en el agua ya que se caerían.
Lubricantes con base en silicona: Se evaporan menos que los de agua, duran más y aportan mayor suavidad, se pueden utilizar debajo del agua también, y son muy útiles en el sexo anal.
Se pueden utilizar con preservativos de látex sin ningún problema, pero no son compatibles con juguetes que también tengan silicona.
Lubricantes con base en aceite: Al tener una base de aceite son los que aportan mayor espesor y larga duración, esto puede ser algo bueno si se necesita en un encuentro largo, pero un inconveniente si se trata de un encuentro rápido ya que quitarlos es más difícil.
Los lubricantes de aceite no se deben usar con preservativos de látex ya que los pueden romper, pero si se pueden usar con juguetes, de hecho son los juguetes el principal motivo para usarlos.
Finalmente, la recomendación es utilizar lubricantes en base de agua, y también fijarse en el ph del lubricante, si es vaginal no debe superar el 4,5 y si es anal no debe superar el 5,7 esto para evitar quitar la flora natural de la piel, como última medida se recomienda aplicar un poco de lubricante en la muñeca antes de usar para ver si hay alguna reacción alérgica.