No es un secreto que el sobrepeso en las personas ha sido considerado desde hace mucho tiempo como una patología de salud que se puede asociar con ciertas enfermedades, entre ellas los problemas de diabetes y los muy temidos problemas al corazón los cuales por desgracia ocupan los primeros lugares de muertes en casi todo el mundo y afectan tanto a hombres como a mujeres.
En cuanto a la sexualidad, no se trata de decir o juzgar si una persona con unos kilos de más es atractiva o no, está claro que el atractivo físico y los gustos son diversos y todos igual de importantes, de hecho son muchas las mujeres que encuentran realmente atractivos a los hombres con unos kilos extra por diversos motivos.
Y son muchos los factores sociales que permiten que sea así, los «gorditos» son vistos como personas con mejor sentido del humor, más divertidos, e incluso más relajados en cuanto a las apariencias y más capaces de disfrutar los momentos, incluso muchas mujeres se sienten más seguras teniendo a un hombre grande a su lado.
Sin embargo, y más allá de la parte social y del atractivo, la verdad es que la medicina y la ciencia nos dicen que el sobrepeso si está relacionado con el desempeño sexual, y no sólo eso, dicha relación es directa y se da de manera frecuente, por lo tanto es totalmente válido hablar de este tema tan importante y entender los posibles riesgos que se pueden dar.
La obesidad masculina y el sexo
Uno de los primeros y más notorios efectos de la obesidad, entiéndase obesidad como un aumento de más del 25 por ciento del porcentaje de grasa corporal, es la disminución del deseo sexual, y por lo tanto la frecuencia con la que se tienen relaciones se disminuye drásticamente, lo que ocasiona cambios en la vida social y la forma de relacionarse con otras personas, especialmente con las mujeres.
Y si el hombre tiene una relación estable, es muy probable que la misma se vea afectada de manera muy importante.
Dicha pérdida del deseo sexual tiene una causa física en la producción de estrógenos que se manifiesta en un desorden hormonal, las personas con sobrepeso producen más estrógenos y en el caso de los hombres también se reduce la producción de testosterona que es la hormona masculina, todo esto hace que el deseo sexual no sea importante para el organismo.
Y con la falta de deseo y práctica sexual, también llegan pérdidas de capacidad a la hora de realizarlo, la reducción de flexibilidad y de resistencia cardiovascular acompañan la disminución del tamaño del pene, en parte por el aumento de grasa en la piel a su alrededor y en parte porque el pene también es un musculo, y ya sabemos que los músculos que no se utilizan tienden a disminuir.
Más problemas de la obesidad
La pérdida del deseo es sólo la punta del iceberg, la temible disfunción eréctil también empieza a manifestarse, y la razón es sencilla, los problemas circulatorios por la acumulación de grasa en las arterias ocasiona que la irrigación sanguínea en el pene no sea la adecuada, y ya sabemos que este es el combustible de las erecciones.
Adicionalmente los consiguientes problemas de autoestima y el estrés que pueden manifestarse, terminan por agravar la disfunción.
La otra consecuencia muy importante que puede aparecer en el largo plazo, es la oligospermia, que en palabras sencillas significa la disminución en la cantidad y calidad del semen, que puede incluso avanzar hasta la infertilidad total del individuo, y es evidente los problemas de calidad de vida que trae consigo, al impedir la conformación de una familia.
Pero hay buenas noticias para todos, y es que todos estos efectos mencionados son reversibles, y lo único que debe hacer es mantener el control del peso en unos niveles adecuados,bien sea de la mano de un especialista o tomando cartas en el asunto de manera personal y decidida, cuidar el peso mejora significativamente la salud, incluyendo la sexual.